La mesoterapia facial es una técnica que se emplea en el área de la medicina estética, con el ánimo de mejorar el aspecto y el tono de la piel del rostro. Para conseguirlo, se utilizan microinyecciones que aplicadas sobre la superficie de la piel, previenen el envejecimiento y contribuyen a evitar las arrugas y la flacidez. En general revitalizan el cutis de la cara.
¿De dónde viene esta técnica?
A pesar de que pueda parecer un invento moderno, lo cierto es que la mesoterapia facial no es algo nuevo. Ya en los años 30 del siglo pasado se empezaron a introducir técnicas similares en balnearios de Francia. Más adelante, en los años 50, algunos doctores recetaban este procedimiento como un medio para paliar los dolores crónicos.
Hoy en día, sin embargo, hallamos el material adecuado y los profesionales cualificados en centros especializados en estética, como es el caso de Renobell, en Zaragoza.
¿Cómo funciona la mesoterapia facial?
Esta técnica se aplica por sesiones. En cada una de estas sesiones se emplean una docena agujas muy finas que permiten penetrar las primeras capas de la epidermis. La operación en cuestión de acomete con un aparato llamado Dermapen, que debe ser manejado por un profesional experto.
La introducción en la piel se hace para inyectar sustancias que rejuvenecen la dermis facial. Al no producirse una penetración muy profunda, es una técnica menos agresiva que los rellenos faciales. De hecho, se le considera un punto intermedio entre las cremas que se filtran en la piel y las intervenciones que pretenden vaciar o rellenar internamente.
En esta inyección se colocan sustancias como, por ejemplo, ácido hialurónico, aminoácidos, cóctel de vitaminas o antioxidantes. Dichos compuestos tienen un historial probado de resistencia ante el envejecimiento de la piel o de soporte a la generación del colágeno.
Antes de realizar el tratamiento, se limpia la piel y se coloca crema anestésica media hora antes. Una vez anestesiada la zona, ya puede intervenir el profesional encargado.
Estas intervenciones no tienen porqué ser seguidas de muchas revisiones, esta situación se verá condicionada por el objetivo del paciente. Por ejemplo, para realizar una terapia de choque son necesarias entre 3 y 6 sesiones como mínimo. No obstante, si lo que busca el paciente es mantener la estética, con una sesión cada 2 o 3 meses será suficiente.
Beneficios para el verano de la mesoterapia facial
El sol y la playa pueden proporcionar vitaminas fundamentales para la sensible epidermis facial. Sin embargo, la exposición excesiva o inadecuada en verano puede provocar la aparición de manchas, pigmentaciones o incluso agravar problemas de arrugas y envejecimiento.
Por este motivo, resulta conveniente cuidar nuestra piel a diario y plantearnos someternos a la mesoterapia facial si consideramos que hay un problema facial que debamos abordar a tiempo.