Desde la época de los 90 con su aparición en Estados Unidos hasta el día presente, el botox es uno de los productos estéticos más utilizados para la eliminación de arrugas. Además de borrar las líneas de expresión de una manera sencilla, eficaz y rápida, también tiene un efecto rejuvenecedor, todo esto sin pasar por el quirófano.
No obstante, y pese a ser un procedimiento sencillo y con pocas contraindicaciones, hay que tener en cuenta una una serie de malas prácticas a evitar para que el tratamiento sea duradero y eficaz
Errores a evitar
No respetar las precauciones post-tratamiento
Si bien es cierto que no es necesario guardar un reposo después de su uso, es importante que durante las 5 horas siguientes al procedimiento no se toque ni se presione el área. Ademas, no es recomendable el ejercicio físico a lo largo del día.
Pedir consejo en centros estéticos sin credenciales
El mundo estético es un sector en el que hay mucho intrusismo, podemos encontrarnos médicos, sin especialización en estética, ofreciendo servicios estéticos. Debemos contrastar los credenciales de la persona que nos va a realizar la intervención y confiar si pertenece a alguna organización profesional
Discrepancia del tratamiento con la edad
Problemas como la pérdida de colágeno, densidad en la piel o fuerza en la musculatura están ligados a la edad y el tratamiento con botox resulta poco efectivo, por lo que puede ser buen momento para abandonar el botox. Por otro lado, y gracias a estos tratamientos poco agresivos y seguros, una buena edad para iniciase en el botox es entre los 30 y los 35 años.
Aplicarlo en áreas poco recomendadas
Las recomendaciones de aplicación se suelen limitar al tercio superior del rostro, por lo que cualquier lugar ajeno a esta zona puede suponer un riesgo médico, considerándose el párpado inferior como zona delicada y de riesgo.
Ignorar los riesgos
Debemos realizar este procedimiento en manos de especialistas con materiales de primera calidad. Sin embargo, toda intervención, por muy sencilla que sea, conlleva unos riesgos. En este caso, puede ser que la toxina botulínica provoque un efecto antiestético o asimétrico en el músculo. Además, este tratamiento no puede ser utilizado en embarazadas, en pacientes con enfermedades neuromusculares o si presentan alergias a la toxina, a la albumina del huevo o a medicamentos específicos.
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